Titi Tete

Antes de ayer, 26 de septiembre, al año y siete meses, Titi dijo Titi por primer vez.
Ayer dijo "Tete está?" buscando su chupete.
Se viene se viene la tormenta del habla.

El miedo y confiar

Dicen que las personas soberbias piensan que nadie puede hacer las cosas mejor que ellas. Soy muy soberbia. Muchas veces pensé que otra gente no era capaz de hacer las cosas directamente. Y sin embargo, con vos no me pasa eso. Estoy segura de que podés todo. Confío en vos mucho más que en personas adultas, completamente desarrolladas, viviendo en sociedad. No me da miedo que te golpees, que te caigas, que te metas un pedazo de comida demasiado grande. Confío en vos, en tu capacidad, en tu auto regularte. Creo que dejarte ser es enseñarte también a ser una mejor persona, darte la posibilidad de aprender de tus errores y convertirte en alguien seguro, confiado y con alta autoestima, siempre acompañándote. Pero no es algo que me pasó de un día para el otro. Tuve muchos miedos durante este año y medio que va pasando.

Tuve miedo de que nunca sostuvieras la cabeza. De que nunca llegaras a sentarte. De que no gatearas (casi que nunca lo hiciste) y de que nunca te decidieras a caminar.

Tuve miedo de que te ahogaras comiendo, muchas veces, durante mucho tiempo. Hasta que entendí que la naturaleza es sabia y que el método BLW funciona, y era lo mejor que podía hacer por vos. Hoy comés con tenedor, cuchara, sin problema, con una capacidad que nunca pensé que llegaría.

Hay tanto sabelotodo dando vueltas y diciendo cómo hacer las cosas que es difícil a veces escuchar al instinto y hacer lo que la naturaleza te dice. Aprendí a mutear y a detectar con señales de alarma cuando alguien te dice algo que no está bueno, desde “si no comés todo no hay postre” hasta “tenés que ser una señorita”.

No es fácil eh?

Ficha técnica

Naciste el 5 de febrero de 2016 a las 22:31, en la Clínica Suizo Argentina. Fue una cesárea de urgencia porque ese día, cuando fui a control semanal (ya de casi 38 semanas), tuve el tino de comentarle a la obstetra que me picaba todo. Colestásis y cesárea urgente para desalojo temprano, como me dijo Paula, la obstetra.

Te sentaste sola por primera vez alrededor de los 5 meses, empezaste a comer a fines del 5to mes, "gateaste" (capítulo aparte) después de probar con arrastrarte y finalmente caminaste al año y un mes. Al día de hoy, año y 8 meses, no sabés saltar. Jurás que saltás, hacés todo el gesto e impulso, pero no saltás.

Hablás en un idioma que solo vos conocés pero que entendemos todos de alguna forma. La primera vez que nos dimos cuenta de que entendías todo fue cuando te dijimos "vamos a la plaza" y te fuiste corriendo, buscaste el cochecito y lo trajiste hasta donde estábamos, para que fuéramos de una vez y no quedara en amenaza.

Tus dientes empezaron a salir a los 6 meses, más o menos. Y con eso empezó todo un periodo que todavía no termina porque seguís trabajando en tus colmillos.

Cuando naciste tenías los ojos claros, muy claros. Le dije a todos que no, que no te iban a durar, que todos los bebes nacen con ojos claros. Todavía te duran, aunque un poquito más oscuros. Son grises, verdes, marrones, y toda una gama de colores entremedio.

Al día de hoy decís: mamá, papá, agua, Ubito (otro capítulo aparte), no hay más, listo, ahí tá, no no no no y cantás al ritmo de "ta ta ta ta". Tenemos largas charlas donde yo siempre te doy la razón y vos me decís "guashu guisu varu miru taru gusha laru".

Ayer te enojaste porque querías morderme y no te dejé.

Por qué

Mi primera sobrina, Feli, tiene casi 15 años. Desde que empezó a "hacer cosas" digo "tenemos que anotar todo en algún lugar porque nos vamos a olvidar y un día nos va a preguntar y no vamos a saber qué contarle". Adivinen si alguna vez anotamos algo...

Titi, mi hija, tiene un año y medio en este momento. 18 meses de cosas que ya se empiezan a olvidar, porque así funcionamos. Recordamos solo los grandes logros o los momentos que por distintos motivos nos impactaron directamente. El resto se pierde, en algún lugar.

Bajo el riesgo de que este blog sea eliminado en el corto plazo, porque todos sabemos que los blogs están muertos, decidí empezarlo para registrar las cosas que considero que algún día Antonia, Titi, va a querer leer. A veces serán pavadas chicas, otras veces serán cosas más importantes (como el relato del parto). Si alguien más se engancha, capaz este blog tenga más lectores que, en un futuro, Antonia.

Son todos bienvenidos. Es una historia incompleta, es un recorte muy limitado de mi maternidad, es apenas un esbozo de lo que elijo mostrar y contar. Pero es mi forma de guardar los recuerdos para Titi.